¡Hola! La palabra "deuda" siempre se ha asociado con algo negativo, pero si te dijéramos que existen deudas buenas ¿lo crees posible?Estas consisten en pedir un crédito para realizar inversiones o adquirir bienes con el objetivo de obtener una rentabilidad.
La deuda no siempre es mala, pero no saber elegir las deudas, puede llevarlo por caminos que ponen en riesgo su estabilidad financiera.
Es por ello que en este blog te mostramos las diferencias para que puedas identificarlas de manera asertiva.
Una deuda buena consiste en pedir dinero prestado con el objetivo de adquirir bienes o realizar inversiones que va a reportar un flujo de dinero hacia nuestros ingresos.
Con las deudas buenas se compran activos que generan rentabilidad, por lo que son útiles para aumentar la riqueza, aunque como deuda natural, implica pagar intereses y comisiones.
Por ello, la diferencia principal de las deudas es que la rentabilidad que obtenemos gracias a ella debe ser superior a sus costes derivados.
Sin embargo, cabe señalar que una deuda buena también conlleva riesgos. El crédito es una herramienta muy útil para aumentar la riqueza sólo si se utiliza adecuadamente. De lo contrario, puede convertirse en una deuda incobrable.
Son las que se adquieren al comprar algo que no se puede pagar al contado. Por lo tanto, no proporcionan ningún beneficio más que el consumo del bien. Sirven para comprar pasivos y no proporcionan ningún retorno económico.
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), los errores más comunes para convertir una deuda buena en mala son:
•Consumir a crédito por encima de tu capacidad de pago,
•Pagar el mínimo de tus tarjetas de crédito,
•No elaborar un presupuesto,
•Adquirir servicios y/o productos con altas tasas de interés,
•Utilizar el dinero destinado al gasto fijo,
•No pagar a tiempo ocasionando que los intereses crezcan,
•No considerar eventos inesperados como la disminución de tus ingresos o enfermedades u operaciones hospitalarias
La Condusef agregó que antes de adquirir una deuda, es necesario armar un plan realista, en el que se analice la capacidad de pago, calculandolo con la siguiente fórmula:
ingresos -gastos fijos- ahorro = capacidad de pago.
También es importante tener presente el plazo (el tiempo en que liquidará el total de la deuda), tasa de interés (renta que obtiene la institución financiera por el préstamo) y las mensualidades (cantidad que pagarás cada mes hasta finiquitar tu deuda).
La recomendación final es, comparar los plazos que te ofrecen en las distintas entidades financieras, es decir, el tipo de pago que tendrás que hacer, si se tratan de tasas fijas o variables y revisar la tabla de amortización.
Si deseas evitar el sobreendeudamiento y conocer tu situación financiera actual, acércate a nosotros y permítenos llevar unas finanzas sanas. ¡Envíanos un mensaje !
Deuda mala vs deuda buena ¿cómo identificarlas? I Forbes
¿En qué consisten las deudas buenas? I IDC Online