¡Hola! Este viernes te traemos el término de domicilio fiscal, ya que en muchos de nuestros blogs hablamos sobre las obligaciones tributarias, y cómo cumplir con ellas ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Cuando empezamos con una actividad laboral y obtenemos ingresos, necesitamos un domicilio fiscal para estar localizables en caso de ser requerido por la autoridad.
El domicilio fiscal, es la dirección donde se ubica al obligado tributario para recibir todos los avisos legales y fiscales y este se determina de manera diferente para las personas físicas o morales en sus relaciones con la Administración.
El Código Civil, designa que el domicilio de las personas físicas corresponde a:
-El lugar donde el contribuyente reside actualmente.
-El centro principal donde lleva a cabo sus negocios.
-El lugar donde resida por más de seis meses.
-Donde se encuentre.
En ese orden de prioridad, si una persona no cuenta con el primer domicilio que se enlista, podrá contar con el segundo, y así sucesivamente.
En el caso de las personas morales, el domicilio corresponde al lugar donde se ha establecido su administración; y en dado caso de que cuente con varias sucursales, se le tomará en cuenta el lugar donde radica la matriz.
Cuando una persona física o moral realiza su registro en hacienda, automáticamente se dará de alta el domicilio fiscal que proporciona al momento de hacerlo.
Si existiera un cambio en la dirección, la persona en cuestión, está obligada por ley a notificar a la autoridad tributaria.
La verificación se puede realizar directamente en la página web del SAT. Para hacerlo se deberá ingresar al sistema con el RFC y la contraseña en el menú trámites; una vez dentro de este, ir al menú servicios, reimpresión de acuses de RFC y seleccionar la opción de generar constancia, lo que desplegará la situación fiscal actual incluido el domicilio registrado.
El SAT solicita el domicilio a los contribuyentes fundamentalmente para el envió de comunicados, avisos de devolución de impuestos; así como para ubicar toda la información fiscal del contribuyente, en caso de requerirse para una comprobación.
Además, estar localizado, puede traer ventajas para una empresa, debido a que representa una imagen de seriedad y profesionalismo; así como la formalización del propio negocio, manteniéndola legalmente estable evitando malas prácticas ante la autoridad.
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